—¿Osea, Pedro, que los restos de las obras humanas que se están encontrando en el fondo de los mares y océanos es obra de los apunianos?
—Sí, Ivanka; claro que los hay de diferentes épocas, tanto en el fondo de los mares, como en la superficie de la Tierra; hay obras que los apunianos realizaron antes de la formación de la galaxia solar, o sea antes de la explosión. Hay restos de la civilización terrícola después de que la Tierra fue planeta independiente, antes de la primera catástrofe, en que se quemó la atmósfera. También hay dibujos y obras artísticas en los que los apunianos representaban la vida y las costumbres de otros planetas y galaxias, que encontraban durante sus viajes por el espacio.
Pero la mayor parte de estas obras, objetos y dibujos que se están descubriendo, tanto en los fondos de los mares como en la superficie terrestre, son de la época que mediaba entre el incendio de la atmósfera y las tempestades atmosféricas. Ésa fue una época muy avanzada, en la cual se hizo muchísimos ensayos para diferentes adelantos.
—¿Qué pasó después de arrojar el agua por el espacio?
—Casi lo mismo que después del incendio: secamos una parte de la superficie terrestre y a ella trasladamos nuevos apunianos.
—¿Y por qué dejaron tantos mares? Casi dos terceras partes de la superficie terrestre están cubiertas de agua...
—No quedaron tantos mares en aquel entonces. Los océanos han aumentado después, pero de diferente manera.
—¿Cómo ocurrió eso, Pedro?
—La Tierra, después de separarse de Apu por la explosión causada por el nacimiento del Sol, al igual que Apu, quedó con innumerables grietas, vacíos y fracturas internas, que al saturarse por la humedad o por otras causas, se resquebrajaban provocando temblores. Varias veces la superficie se agrietaba y se hundía en diferentes partes; y las montañas se derrumbaban. Cuando eso ocurrió en los mares, entonces, las aguas empezaban a agitarse violentamente, como si estuvieran hirviendo. Se desbordaban e inundaban las orillas, los campos, y a veces provocaban hundimientos en la superficie terrestre emergida. En épocas pretéritas, así fue como se hundió gran parte de la superficie de la Tierra.
—¿Y cuando eso ocurrió murió mucha gente?
—Así es, Ivanka, murieron las plantas, animales y personas que se encontraban en la parte hundida.
—¿Cuál fue la más grande catástrofe humana provocada por hundimientos, Pedro?
—Fue el hundimiento de la parte de la Tierra que los terrestres llamaron Atlanta, o Atlántida, como la llaman ahora los terrícolas.
—¿En qué parte de la Tierra ocurrió eso?
—En el lugar sobre el que hoy está el Océano Atlántico, y los mares que de él derivan.
—¿Quiere decir que el mar Adriático es también producto de esa catástrofe?
—Sí, Ivanka, así es. Son producto de aquel desastre los mares: Adriático, Egeo, Jónico, Mar de Creta, Tirreno, Mediterráneo, mar de Irlanda, mar de las Antillas, Golfo de México, Bahía de Hudson y tantos otros que pertenecen al Océano Atlántico.
—¿Entonces, antes que ocurriera el desastre no había mares en esa parte de la Tierra?
—No, Ivanka. Antes que ocurriera ese cataclismo, sólo existía lo que ustedes llaman Mar de Barents y el Océano Ártico.
—¿¡Nada más, Pedro!?
—Por ese lado de la Tierra nada más; por ese lugar donde hoy está el Atlántico, como lo llaman los terrícolas, no. Los apunianos habían dejado en el globo terráqueo, después de la segunda catástrofe, de la cual ya hemos hablado, sólo el Océano Pacífico, pero no tan grande como es ahora, porque allí también hubo grandes hundimientos que ocurrieron antes que el de la Atlántida.
—¿Cómo ocurrió eso de la Atlántida? Cuéntamelo, Pedro, ¿quieres?
—Sí, Ivanka, te lo contaré; también lo verás luego por la pantalla de poder máximo, o pantalla del tiempo, según la traducción en idiomas terrestres. ¿Tú sabes qué año es ahora en la Tierra, según el calendario terrestre?
—No te puedo asegurar, Pedro, porque he tenido varias experiencias que me han confundido, pero creo que es 1913.
—Así es, Ivanka, no te has confundido —subrayó el apuniano, sonriendo, luego prosiguió—: Hace ya muchos miles de años que la Tierra sufrió un gran terremoto, como dicen ustedes. En el interior de ella, sobre cuya superficie estaba ubicada la Atl Anta, había un enorme vacío, una grieta que existía desde el nacimiento del Sol. Las aguas de los ríos Atena y Greca, que corrían de norte a sur, a lo largo de Atl Anta, penetraron por una de las grietas al centro del vacío, ocasionando así un catastrófico terremoto.
El planeta terrestre empezó a temblar como un copo de nieve empujado por los vientos. Allí donde es ahora el mar que ustedes llaman Mar de Mármara, se hundió primero una extensión de la superficie. Aquella región de la Tierra no estaba poblada todavía y nadie se dio cuenta de que allí había aparecido una inexplicable depresión, en cuyo fondo se concentraba el agua que llegaba allí de los ríos Atena y Greca, a través de rajaduras internas. Catorce días después, lo mismo ocurría con los lugares cercanos a Mármara, llamados en aquel entonces Egisa y Adris. Estas regiones ya estaban pobladas y la adelantada civilización de la ciudad capital Atlanta, ya había echado las raíces de sus interesantes adelantos.
Fuente: Todo el texto (digitado) del libro Galaxia X-9: Apu, un mundo sin dinero, escrito por Vitko Novi (Año 1976).
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