¿Por qué dices olvidar la religión?
Porque no es buena para ti. Entiende que para que tenga éxito la religión organizada, tiene que hacer que la gente crea que la necesita. Para que las personas pongan su fe en algo, deben primeramente perder su fe en sí mismas. Por esta razón, la primera tarea de la religión organizada es hacer que pierdas la fe en ti mismo. La segunda tarea es hacer que veas que ella tiene las respuestas que tú no tienes. Y la tercera y más importante es inducirte a aceptar sus respuestas sin cuestionarlas.
Si las cuestionas, ¡empiezas a pensar! Y si piensas, ¡empiezas a regresar a
El problema de la religión es que con mucha frecuencia toma caminos sinuosos, porque si no puedes aceptar sin duda alguna tus propios pensamientos, ¿cómo no vas a dudar de las ideas nuevas sobre Dios que la religión proporciona?
Es la propia religión la que creo a los agnósticos.
Cualquier pensador de mente clara que vea lo que ha hecho la religión debe suponer que la religión no tiene Dios, porque es precisamente ella la que ha llenado los corazones de los hombres con el temor hacia Dios, cuando hubo un tiempo en que el hombre amó Lo Que Es en todo su esplendor.
Es la religión la que ordenó al hombre inclinarse ante Dios, cuando en otro tiempo el hombre se alzó alegremente hacia Dios.
Es la religión la que recargó al hombre con preocupaciones sobre la ira de Dios, cuando hubo un tiempo en que el hombre buscó a Dios para que aligerara su carga.
Es la religión la que enseño al hombre a avergonzarse de su cuerpo y de sus funciones más naturales, cuando hubo un tiempo en que el hombre celebró tales funciones ¡como los dones más grandes de la vida!
Es la religión la que te enseño que debes tener un intermediario para llegar a Dios, cuando hubo un tiempo en que pensaste que alcanzabas a Dios por el simple hecho de vivir con bondad y verdad.
Y es la religión la que ordenó a los humanos adorar a Dios, cuando hubo un tiempo en que los humanos adoraban a Dios, ¡porque era imposible no adorarlo!
La religión te pedirá que aceptes su palabra al respecto. Ésa es la razón por la que, a la larga, todas las religiones fracasan. Por otra parte,
La religión te pide que aprendas de la experiencia de otros.
La religión no puede soportar a
La religión te alienta a explorar los pensamientos de otros y a aceptarlos como propios.
Por donde quiera que la religión haya ido ha creado desunión, la cual es lo opuesto de Dios. La religión separó al hombre de Dios, al hombre del hombre, al hombre de la mujer - algunas religiones afirman incluso que el hombre es superior a la mujer, y aún claman que Dios está muy por encima del hombre, con lo cual tienden el escenario para la más grande parodia jamás impuesta a la raza humana.
Yo te digo: Dios no está por encima del hombre, y el hombre tampoco respecto de la mujer; ese no es el "orden natural de las cosas", pero es la forma en que todo el que tiene poder (muy en particular, los hombres) quiso que así fuera al formar las religiones de culto al hombre, las cuales retiraron sistemáticamente la mitad de las versiones finales de las "sagradas escrituras" y deformaron el resto para que cupiera en el modelo varonil del mundo.
La religión insiste todavía en que las mujeres son seres menores, algo así como ciudadanos espirituales de segunda, no idóneas para enseñar
Como niños, siguen arguyendo sobre que género dispuse que fuesen Mis sacerdotes.
Y yo te digo: Todos ustedes son sacerdotes. Cada uno de ustedes.
No hay persona o clase de personas más "conveniente" para hacer mi trabajo.
Pero sucede que un buen número de sus hombres se parecen a sus naciones. Tienen hambre de poder. No les gusta compartir el poder, sólo ejercerlo. Y construyeron un Dios de la misma especie. Un Dios hambriento de poder. Un Dios que no quiere compartir el poder, sino sólo ejercerlo. Empero, yo te digo: El don mayor de Dios es compartir el poder de Dios.
Yo te haría ser como Yo.
¡Pero no podemos ser como Tú! ¡Sería blasfemia!
Blasfemia es que hayas enseñado tales cosas. Yo te digo: Fuiste hecho a imagen y semejanza de Dios, ese es el destino que viniste a cumplir. No viniste a codiciar y a luchar y a "no llegar nunca". Ni tampoco te envié a una misión imposible. Cree en la bondad de Dios, y cree en la bondad de la creación de Dios, concretamente en tu Yo sagrado.
Fuente: Todo el texto (copiado y pegado) del Segundo libro Conversaciones con Dios, Neale Donald Walsch.
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