viernes, 25 de junio de 2010

¿Por qué necesitamos dinero?

Bueno, simplemente porque hay escasez, real o artificial. Normalmente, no pagamos por el aire y agua del mar, porque hay en tal abundancia que venderla no tendría sentido. Entonces, hablando lógicamente, si los recursos y la tecnología necesaria para crear cualquier cosa en nuestra sociedad (tales como casas, ciudades, vestimenta comida y transporte) estuviesen presentes en suficiente abundancia, no habría razón alguna para tener que vender nada.

De la misma forma, si la automatización y la maquinaria fueran tan tecnológicamente avanzadas como para aliviar a los seres humanos del trabajo productivo, entonces no habría razón alguna para tener un empleo. Y con los aspectos sociales resguardados, no habría razón para tener dinero en lo absoluto.

Actualmente, tenemos los recursos y la tecnología para permitir esto a un mínimo. Sin embargo, en la actualidad, hay dinero y hay lucro y por ende los productos son mejorados sólo para obtener más dinero con ellos. Si hay un problema en la sociedad, y no puedes ganar dinero solucionando ese problema, entonces simplemente no se hará.

Se nos dan nociones acerca de la respetabilidad del trabajo, pero no es otra cosa que esclavismo pagado. Se te hace creer que debes ganarte la vida "con el sudor de tu frente". Esto inmoviliza a la gente. Liberar a la gente de la pesadez, trabajos repetitivos y sin relevancia social que los hacen ignorantes para que puedan ser libres y alcanzar sus máximos potenciales ayudando a crear una sociedad mejor con genuino interés por las personas y el medioambiente.

Si miramos hacia atrás en la historia, vemos un camino muy claro hacia la automatización de las máquinas, las que lentamente han reemplazado la labor humana. Desde la total desaparición del ascensorista hasta la casi completa automatización de una planta de producción automotriz, el hecho es que mientras la tecnología crece, la necesidad de humanos en la fuerza de trabajo disminuirá continuamente. Esto crea un serio conflicto, que prueba la falsedad del sistema del trabajo remunerado con base en el dinero, porque el empleo humano está en competencia directa con el desarrollo tecnológico.

A partir de ahí, y dada la actual prioridad fundamental e inmoral del lucro en la industria, la gente será continuamente apartada y reemplazada por máquinas pues la estructura social no tiene genuina preocupación por las personas. Si todavía no lo entiendes, piensa que no habría subcontratación ni desempleo si a la industria realmente le importara la gente.

El camino es claro, pero nuestra estructura de base monetaria, que requiere trabajo a cambio de ingresos, bloquea este progreso, pues los humanos necesitan trabajo para sobrevivir.

El balance final es que este sistema debe irse o nunca seremos libres y la tecnología será constantemente paralizada...

Fuente: Este texto fue copiado y pegado desde un mensaje enviado por el grupo "Economía Basada en Recursos: El Proyecto Venus", ubicado en Facebook.

La competencia (Parte 2)

Si una persona crece en un entorno pobre y de escasez, tendrá una mayor propensión a incurrir en actividades ilegales para sobrevivir. En el otro lado del espectro, si una persona con una gran riqueza creció en una familia elitista, será condicionado a pensar que su riqueza sirve como un símbolo de status y es probable que explote a aquellos que trabajan para él con el fin de mantener la identidad y arrogancia social que fue condicionado a creer que es real.

Es el condicionamiento ambiental el que realmente afecta el 99% de nuestras acciones, y todos los estudios de comportamiento lo han demostrado una y otra vez. La gente se vuelve alcohólica no porque tiene una predisposición genética, sino por la influencia de su entorno. Si se abusa de un niño, muy probablemente crecerá y abusará a su vez de otro niño.

El hecho es que somos organismos vulnerables y siempre estaremos bajo influencias, condicionamientos y cambios. Ese nivel está ampliamente influenciado por las identificaciones sociales e ideológicas que muchos han sido reforzados a creer son inmutables.

Las instituciones más dominantes que perpetúan esta parálisis parecen ser la religión teística y el uso del dinero. La religión teística promueve una visión del mundo fija, con un entendimiento basado en la fe, la cual rechaza la lógica y la nueva información. El uso del dinero está basado en el empleo remunerado y la competencia.

De manera muy simple, el lado competitivo sólo puede ser sostenido gracias a la auto-perpetuación y el interés propio, el que naturalmente obliga a una institución a no cambiar, dado que amenaza la supervivencia de ese negocio, gobierno o persona.

Fuente: Este texto fue copiado y pegado desde un mensaje enviado por el grupo "Economía Basada en Recursos: El Proyecto Venus", ubicado en Facebook.

La competencia (Parte 1)

La mayoría de la gente ha sido enseñada que los seres humanos son naturalmente competitivos, junto con la asunción de que la estratificación social o jerarquía es también una tendencia natural humana. Esto es una falacia. Si miras, por ejemplo, un grupo de leones, verás jerarquía social y competición violenta por alimento en la mayoría de los casos. Esta comparación es lo que conduce a la gente a creer que la competencia es un hecho natural en la sociedad humana (la guerra, la codicia, el ego, etc.) Lo que no es mirado, sin embargo, son las condiciones que presenta cada caso.

El grupo de leones vive en un mundo de escasez, un mundo del cual no pueden escapar. No tienen la habilidad de crear trampas para alimento, ni tampoco la comida esta accesible a la carta. Ellos tienen que cazar y luchar entre ellos. Esto genera, naturalmente, competencia, dado que con el fin de sobrevivir los leones deben ser agresivos entre ellos. A su vez, la jerarquía es desarrollada dado que el más fuerte de estos leones gana la mayor parte, y a su vez, ejerce su dominio de una manera estratificada.

Los humanos han estado viviendo en la misma clase de escasez. Sin embargo, mientras el tiempo ha pasado, nos hemos convertido en más y más civilizados debido a nuestra habilidad para crear. A diferencia de los leones, los humanos pueden crear herramientas e implementar procesos que liberan al ser humano de un problema o tarea en particular, reduciendo la escasez.

Dada esta perspectiva, vemos que si la escasez pudiera ser erradicada, entonces el comportamiento humano realizaría un cambio dramático, alejándose de la competición, el dominio y la estratificación. Del mismo modo, las ideologías antiguas que no se someten a la prueba del tiempo, como las religiones teísticas, agravan el mito que los humanos y la sociedad ha sido creada de alguna manera. No hay ninguna diferencia entre un Gandhi bebé y un Hitler bebé. Es el ambiente que modela a esa persona y por ende a la sociedad (y viceversa).

Fuente: Este texto fue copiado y pegado desde un mensaje enviado por el grupo "Economía Basada en Recursos: El Proyecto Venus", ubicado en Facebook.

martes, 8 de junio de 2010

El enfoque militar

Nuestra sociedad vive en el miedo y la inseguridad permanente, estamos convencidos, de manera instintiva, que más allá de nuestra frontera o la cerca de nuestra casa, se encuentra un enemigo al acecho.

Partimos de la premisa de que somos nosotros los “buenos de la película”, las víctimas; mientras que los demás son los malos. A su vez, nuestros vecinos llegan a la misma conclusión respecto de nosotros y así comienza esta absurda escalada armamentista. La solución no pasa por armarse hasta los dientes, por acuartelarnos en casas cárceles con cercos eléctricos y ejércitos de guardias. El enemigo no está afuera.

Sepa que nunca en la historia se ha dado una guerra entre dos democracias, y que la mayoría de los delitos con mayor connotación social son perpetrados por miembros de la misma comunidad de la victima, peor aún, muchas veces el agresor es un familiar directo.

Las encuestas demuestran que las medidas en favor de la paz y el desarme cuentan con escaso apoyo de la ciudadanía, lo que obliga a los gobiernos a mantener un gasto militar elevado con fines electorales. Otros países, en cambio, han comprendido que el diálogo, la cooperación y la inversión en seguridad social, es la solución inteligente y de largo plazo a los problemas de delincuencia y soberanía, permitiendo redestinar sus antiguos y absurdos presupuestos militares a la construcción de mallas de protección social en educación, salud y el desarrollo.

En la película “El regreso del Jedi” del cineasta Jorge Lucas, un joven Luke Skywalker aterriza en el sistema Pagoda en busca del último sobreviviente de los guerreros Jedis; el retirado Joda. A orillas de un pantano brumoso y tétrico, se le acerca una impertinente y huraña criatura, a quién Skywalker pregunta: “…Busco a un gran guerrero”. La criatura, que en realidad era el mismísimo Joda, le replica con sabiduría infinita “La guerra no hace grande a nadie, hijo”. Tal como enseña esta historia, no puede haber heroísmo, honor ni mucho menos grandeza en la violencia y la muerte.

No apoye causas chauvinistas ni gastos militares aberrantes para un país pequeño y subdesarrollado como los nuestros; mucho menos permita que sus hijos hagan el servicio militar y se entrenen para la muerte y la violencia; no asista a homenajes bélicos, paradas militares o cualquier otro tipo de demostraciones vergonzosas de lujos armamentistas que no hacen más que coartar el desarrollo social y fomentar un sentimiento xenófobo de seudo patriotismo que sólo ha traído muerte y miseria a largo de la historia de la humanidad.

Terminar con este escandaloso gasto militar… ¡Depende sólo de usted!


Fuente: Este texto fue copiado y pegado desde un mensaje enviado por el grupo "Economía Basada en Recursos: El Proyecto Venus", ubicado en Facebook.