miércoles, 16 de noviembre de 2011
Emoción
martes, 15 de noviembre de 2011
SINAPSIS
DROGADICCIÓN (Parte 1)
EL PODER DE UN ABRAZO
lunes, 17 de octubre de 2011
Soy como tú
No soy más, ni menos que tú.
También como tú, tengo frio, calor; algunas veces siento tristeza, siento alegría; me enfermo, me sano.
Hay veces que alguien te pone en un pedestal, y piensa que por ser “espiritual” no puedes hacer cosas que los demás hacen.
Pues éstas no te perdonarían lo que a otras normalmente si le perdonarían:
Lo vieron tomando cerveza,
lo vieron comiendo carne,
lo vieron insultando a alguien…
Los seres espirituales son iguales a ti, si es que le quieres buscar diferencias, podría decir que ellos están en la constante “búsqueda” de ser mejores, no que los demás, sino mejor de lo que fueron ayer, tratando de sacar lo mejor de sí mismos por convicción de que de esta manera tendrán mayores puertas abiertas para ayudar a los demás.
Algunas veces, al igual que tú, caen en la lucha de controlar esa parte negativa que todos tenemos…
La ira, la cólera, la envidia, el temor, los celos, la lujuria, miedo a lo desconocido, a perderlo todo.
Todos nacimos iguales, desnudos, con la memoria en blanco.
No me consideres un ser espiritual, soy como tú, no soy más especial que tú, pues cada uno con nuestro potencial somos especiales.
No soy diferente a ti.
Yo también necesito cosas como comer, llorar, orinar en la calle.
Trato de disipar mis pensamientos negativos, de controlarlos, convenciéndome, usando la lógica, de que esos pensamientos negativos conllevarían a un retraso en la evolución tanto mía, tuya y de este planeta.
¿Por qué poner en un pedestal a aquellos seres espirituales?
Un poco más y dicen que Jesús no hizo “pichi”.
Blasfemia es pensar que Jesús no tuvo una vida de constante lucha como la de nosotros. Una vida común a la nuestra, él lloraba, reía como nosotros, se casó, tuvo un hijo.
Un ser espiritual, es una persona tan común como tú, por favor no lo endioses, no lo pongas en un pedestal, no pienses que es superior a ti, ni tampoco inferior.
Por ese motivo, si alguien “espiritual” te ofende, perdónalo, sabiendo que es igual a ti.
No taches a los demás por alguien que te ha ofendido.
¿Por qué separar a la gente?... esa persona es espiritual, esa no.
A la segunda le perdonarías más fácilmente que a la primera, si hace algo que no te cuadra.
No me considero un ser “espiritual”, me considero alguien igual como tú, con muchos defectos y virtudes.
Estamos aquí para aprender de cada de uno de nosotros, para así recordar Quienes somos Realmente.
Para recordar que cada uno de nosotros somos un espíritu viviendo una experiencia humana.
Dedicado para la humanidad. Gracias Kashi.
viernes, 21 de enero de 2011
¿CUÁL ES LA MEJOR RELIGIÓN?
La mayoría de las personas que siguen varias enseñanzas a la vez, no se adhieren en verdad a ninguna en particular. Su elección de las diferentes enseñanzas es generalmente influenciada por la curiosidad y el anhelo de imitar a otros, más que por una necesidad o razón lógica.
A tales estudiantes les agrada escuchar constantemente nuevas ideas expresadas por distintas personalidades, pero jamás hacen un esfuerzo por asimilarlas. Estas personas podrían compararse a alguien que parte con un destino fijo, mas se entusiasma de tal manera con su caminata, que permanece deambulando indefinidamente, olvidándose de la meta a la cual pretendía llegar.
Algunos estudiantes adoptan un sendero espiritual en particular por simple curiosidad, con la esperanza de alcanzar la meta de la verdad y la sabiduría; mas, a menudo, se desvían debido a su insaciable curiosidad. En su intento de recorrer nuevos caminos e impulsados por la emoción del cambio, jamás alcanzan su meta.
A tales personas sólo les interesa escuchar verdades espirituales, mas no hacen el esfuerzo por aplicarlas en su vida diaria ni comprenderlas mediante la experiencia en su propio Ser.
Los buscadores superficiales no logran llegar a ninguna parte porque no son capaces de separar el buen grano de la verdad, de la cizaña de las creencias sin fundamento. Imaginan que comprenden la verdad de las distintas enseñanzas, sin tratar siquiera de sentir el estado de gozo que se experimenta a través de la percepción personal de la verdad.
Los verdaderos estudiantes sólo encuentran satisfacción cuando pueden comprender la verdad en su interior como una experiencia personal y directa. La diferencia entre los buscadores impulsados por la curiosidad y los auténticos buscadores, consiste en que los primeros buscan siempre nuevas satisfacciones imaginarias o “emociones” en sus estudios.
Esta aparente sed de conocimiento es un indicio, la mayoría de las veces, de que tales personas se satisfacen en realidad con meras teorías, mientras que los verdaderos buscadores prueban y comparan hasta que encuentran las verdades que son aplicables y que incrementan su estado de realización.
LOS ESTUDIANTES ENTUSIASTAS PERO INCONSTANTES
¿Cuál es el camino más apropiado para encontrar una religión verdadera, y que por lo tanto, satisfaga los anhelos del alma? Saquemos nuestras propias conclusiones con la siguiente ilustración:
Cuando un orador expone elocuentemente los maravillosos resultados que producirá un determinado régimen dietético, el Sr. Juan (quien representa a la persona entusiasta pero que cambia de un método a otro con facilidad) se siente sumamente impresionado.
Mas, al aplazar continuamente el poner a prueba dicha dieta, el Sr. Juan pierde, naturalmente, el interés tan pronto como la serie de conferencias concluye. Sin embargo, más tarde, cuando otra conferencia sobre el mismo tema se dicta en la ciudad, él está ansioso por escucharla, pues recuerda el entusiasmo y el estímulo imaginario que experimentó cuando escuchaba las conferencias anteriores sobre el sistema dietético.
Lo más probable es que, una vez que el segundo conferenciante abandone la ciudad, el Sr. Juan tampoco ponga en práctica su método. O quizás haga el intento de seguirlo por un corto tiempo y luego retorne a su viejo hábito de comer emparedados de jamón hechos con pan blanco, en lugar de comer los de queso o huevo cocido con pan de trigo entero, como es posible que se le haya sugerido durante las clases sobre dietética.
Atraído por el deseo teórico de vivir con rectitud, el Sr. Juan desarrolla el hábito de escuchar a todo nuevo instructor sobre dietética que llega a su ciudad, sin seguir jamás ninguna de las indicaciones.
El Sr. Juan desarrolla también el hábito de asistir a las charlas sobre dietética dictadas por personas cuyos nombres y enseñanzas son una novedad para él, sin importarle cuál pueda ser su valor.
Él, por supuesto, piensa que es bastante inteligente y que por ello puede prescindir de los mejores principios de la dietética prescritos durante la primera charla a la cual asistió, aun cuando esos principios pudieron haber sido superiores que los que ahora le entusiasman.
Imagina que sabe mucho acerca de los distintos métodos de dietética sólo por el hecho de haber escuchado varias conferencias sobre ese tema, las cuales no poseen ninguna relación entre sí.
Toda persona puede beneficiarse asistiendo a tales conferencias, si al escuchar nuevos principios de dietética le despiertan el deseo y la acción necesaria para aplicarlos en su vida diaria; sin embargo, quien se asemeje al “Sr. Juan” de nuestro ejemplo, debe tener presente que no es posible seguir todos los métodos de dietética a la vez, y que no debe abandonar un buen sistema de la ciencia de la nutrición por otro de calidad inferior, sólo porque éste es el que conoció más recientemente.
INVESTIGA, LUEGO ELIGE LO MEJOR
Los principios del ejemplo anterior son aplicables también a la religión. Algunos estudiantes que han probado diferentes enseñanzas sólo en teoría, aún continúan buscando, en lugar de aplicar en sus vidas la mejor enseñanza que han encontrado. Piensan que “conocen” todos los principios sólo porque los escucharon alguna vez, o porque practicaron algunos de ellos por corto tiempo.
Tales personas pueden clasificarse como buscadores impulsador por la curiosidad, y mientras mantengan esta actitud superficial, jamás experimentarán la bienaventuranza de la realización del Ser. Al aceptar cuando les dicen que la sombra de un objeto es el objeto en sí, se asemejan a quienes se conforman sólo con escuchar las descripciones sobre la miel de naranjo ofrecidas por diferentes productores de miel, sin llegar jamás a probarla.
Fuente: Todo el texto (digitado) desde: Lección de Self-Realization Fellowship. Fundador: Paramahansa Yogananda